jueves, 25 de octubre de 2012

Homilía del padre Luis Butera V, msp. Misa domingo 21 de octubre del 2012

Visita la página oficial de los MSP: www.cybersepa.net 


En este podcast podrás escuchar la homilía del padre Luis Butera V, msp, dirigida a las más de 4 mil personas que se reunieron en el centro de espiritualidad misionera MSP, en Cuatitlan Izcalli, Estado de México. Misa en la cual, las hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra profesaron los votos de obediencia, castidad y pobreza. DOMUND.


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El padre Luis Butera es fundador de los Institutos MSP (Misioneros Servidores de la Palabra)  y HMSP (Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra)

La celebración Eucarística fue en la capilla del seminario de teología del mismo Instituto, ubicado en Texcoco, Estado de México.



martes, 23 de octubre de 2012

Domund 2012. Misioneros laicos en África. Misioneros Servidores de la Palabra.


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21 de octubre Domingo día mundial de las Misiones, en África los Misioneros Servidores de la Palabra celebraron una misa de envío con los 3 primeros misioneros laicos (sepas) africanos.  Valentina de 20 años, Faustini de 19 y Julius de 21.

Uno de ellos habla  inglés, kiswahili y Kisukuma y los otros 2 predican en Kiswahili y Kisukuma.

La celebración Eucarística se llevó a cabo en un ambiente familiar y de regocijo. Las personas del lugar hicieron regalos a los jóvenes misioneros y celebraron a su modo y conforme a su cultura.

Después de algunos años estos son los primeros misioneros laicos que harán su experiencia por un año con las promesas de: obediencia, castidad y pobreza.

Estos jóvenes ya se encuentran predicando en las capillas de la parroquia atendida por los sacerdotes MSP, Gilberto Torres y Leonel Vega.



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Visita la radio de los Servidores de la Palabra en esta dirección:











miércoles, 17 de octubre de 2012

Casa de oración, silencio y paz cerca de Celaya Guanajuato





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Casa de oración, silencio y paz en Tarimoro Gto.

Los hombres de hoy, más que en otros tiempos, están violentados por fuerzas superiores a su capacidad de resistencia. Los hombres de hoy necesitan paz en sus corazones, y esta la concede solamente Dios.

Los Misioneros Servidores de la Palabra ofrecen esta casa de oración, de silencio y paz para reconquistar esa paz interior mediante el diálogo con Dios.

Es un lugar de silencio, que propicia un encuentro consigo mismo y con Dios.


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Nota:
No es una casa de ejercicios espirituales, ni de grupos de estudio, sino “casa de silencio, oración y paz”.

Detalles de la casa:
Hay espacio exclusivo para mujeres y otro para hombres. En común es solamente las oraciones litúrgicas, la celebración Eucarística, y los alimentos.

La casa es atendida por religiosas y sacerdotes. Cuenta con habitaciones individuales, un jardín muy amplio y librería religiosa.

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Podrás estar el tiempo que quieras, programándolo con los responsables de la casa.


Más informes:

Dirección.
Carretera Celaya- Salvatierra Km. 28.
Tarimoro Guanajuato. México.
Teléfono: 466-161-3040
 Cel:        466-103 7709
Celaya:   461- 612 0522







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martes, 16 de octubre de 2012

Rumbo a la misión de Filipinas

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El día lunes 15 de octubre de 2012 salieron de los Ángeles California los padres Leonardo Cuatle Mino y Juan José Juárez Pérez, ambos Misioneros Servidores de la Palabra, rumbo a Filipinas. Los dos primeros sacerdotes del Instituto fundado por el padre Luis Butera que viajan para misionar en aquel país.

La misión de los Misioneros Servidores de la Palabra inició en Filipinas en el año 2010

En aquel lugar se encuentran las hermanas: Susana Salazar Miranda, Mirna Portilla Romero, Martha Catalina Torres Damián y Leydi Mozo Reyes, del Instituto de las Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra.








lunes, 15 de octubre de 2012

Homilía del padre Luis Butera msp, domingo 14 de octubre del 2012

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Homilía del domingo 14 de octubre del 2012. Domingo de la semana XXVII del tiempo ordinario ciclo B.

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El padre Luis Butera es fundador de los Institutos MSP (Misioneros Servidores de la Palabra)  y HMSP (Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra)

La celebración Eucarística fue en la capilla del seminario de teología del mismo Instituto, ubicado en Texcoco, Estado de México.









viernes, 12 de octubre de 2012

Fiestas de Cristo Misionero para octubre 2012

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La fiesta de Cristo Misionero se realiza el último domingo del mes de octubre. 

 28 de octubre del 2012
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Retiros vocacionales en octubre 2012

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Los retiros vocacionales para ser misionero laico por un año, por dos o para siempre se realizan cada tres meses. 

En la imágen están los informes y los contactos.


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Movimiento Misioneros Servidores de la Palabra (MMSP)



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El Movimiento Misioneros Servidores de la Palabra (MMSP) está constituido por jóvenes laicos, hombres y mujeres. Habiendo experimentado la fuerza de la palabra de Dios, estos jóvenes sienten un llamado especial de entregarse a la predicación del Evangelio, lo cual realizan mediante una promesa de vivir, durante un año, los consejos evangélicos de Pobreza, Castidad y Obediencia. Así, los misioneros y misioneras laicos Servidores de la Palabra quieren enriquecer también a otros con la fuerza de la Palabra, y vivir, a su vez, una experiencia apostólica que los acompañará por toda la vida al concluir su promesa.
El MMSP depende de los Institutos religiosos: Misioneros Servidores de la Palabra y Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra.

¿Cómo se puede pertenecer al MMSP?
Quien ha experimentado la inquietud por la vida misionera, está invitado a participar en un Retiro Vocacional (cada tres meses, informes al tel. (55) 58523800) dirigido por los religiosos y religiosas Servidores de la Palabra.
Sólo se necesita:
  • tener 18 años al menos y no más de 30;
  • haber tomado los primeros cuatro cursos que imparten los Misioneros Servidores de la Palabra;
  • tener deseos de dedicarse durante un año a la evangelización, a tiempo completo, sin recibir compensación económica;
  • tener buena salud;
  • presentar una carta de recomendación de un sacerdote católico
Fechas y lugares del retiro vocacional en la siguiente dirección: 

Una vez que se es aceptado en la formación –que dura al menos seis meses–, y luego de concluirla satisfactoriamente, se pertenece formalmente al MMSP mediante una promesa, jurídicamente privada, que el fiel laico hace a Dios, ante la comunidad. El compromiso consiste en servir en la evangelización según el método de los Misioneros Servidores de la Palabra, durante un año. Esta promesa puede ser renovada, según sea el parecer de los responsables.

¿Cuál es la finalidad de este movimiento?
Los misioneros y misioneras laicos Servidores de la Palabra tienen como finalidad llevar la evangelización a los pueblos a donde los envíen los responsables del movimiento, colaborando con ello en la tarea de la Iglesia, que es esencialmente misionera.
Es por ello que, recordando la consigna de Cristo:«Así como el Padre me envía a mí, así los envío a ustedes» (Jn 20, 23), se esfuerzan en evangelizar a todos los pueblos y suscitar también evangelizadores laicos para la Iglesia local y Universal.


Formación de los misioneros laicos servidores de la palabra
Al frente de la formación está el equipo de religiosos para los hombres y el de religiosas para las mujeres. Ellos y ellas se encargan de atender que los formandos observen y crezcan en los siguientes aspectos:

a) Una formación integral: oración y vida comunitaria
Intelectualmente, al futuro misionero o misionera se le prepara para dar los cursos bíblicos mediante clases diarias, y espiritualmente, mediante la meditación diaria de una hora por la mañana, el rezo de la Liturgia de la Horas, una hora de adoración, la participación en la Eucaristía, la recepción del sacramento de la Reconciliación, el trabajo manual y la práctica de la caridad para con los hermanos. También es muy importante para el desarrollo de las virtudes cultivar el espíritu de sacrificio.

b) Estudio
El estudio es un elemento muy importante para el crecimiento espiritual e intelectual del Servidor de la Palabra.
Durante el tiempo de formación, los laicos estudian al menos los primeros seis cursos bíblicos del p. Luis Butera, fundador de los Servidores de la Palabra, de manera que luego los puedan enseñar a los demás. Además de los cursos, en el período de formación se estudian los documentos conciliares y el Catecismo de la Iglesia Católica, entre otros textos que ayudan a conocer la doctrina de la Iglesia.

c) Trabajo
En la formación de los misioneros laicos no se descuida el trabajo material, que les ayuda a moldear el carácter, purifica su espíritu y les permite dar testimonio de su fe.
El trabajo aceptado con generosidad prepara a los misioneros a ser cumplidos en todo lo que su vocación les exigirá, y los forja en la virtud de la caridad y en el espíritu de sacrificio.

d) Apostolado
Durante el tiempo de formación los futuros misioneros se ejercitan en algunos apostolados, como son visitas domiciliarias, la difusión de la buena prensa en todas las modalidades posibles, especialmente de la Revista Inquietud Nueva, el rezo del Rosario Bíblico meditado y promoción de los retiros bíblicos de fin de semana.



Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra

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INSTITUTO DE LAS HMSP

Las Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra son el Instituto femenino de Vida Consagrada Religiosa.
Actualmente, en el Instituto HMSP hay 171 religiosas de votos perpetuos, 124 de votos temporales, 53 novicias y 31 postulantes. 
(2012)


La formación de la Hermana Misionera Servidora de la Palabra se lleva a cabo en cinco etapas:

-Etapa apostólica
Es la etapa que viven las jóvenes laicas que, después de seis meses de preparación espiritual, de estudio y de trabajo, se dan a la tarea de la evangelización a tiempo completo. Este servicio lo ejercen durante dos años, mediante una promesa de servir según el método de las Hermanas Misioneras Servidoras de la Palabra.

Postulantado
El postulantado es un tiempo que sirve de preparación inmediata para el noviciado. Se trata de una experiencia de intensa oración y de estudio de la vocación, la cual solicitan hacer aquellas jóvenes que, durante la etapa apostólica, han experimentado la inquietud de consagrar a Dios toda su vida.

La duración del postulantado es de tres a seis meses para las que han cursado ya la preparatoria, y de un año para las que aún no la han estudiado. Durante este periodo de formación, la joven profundiza en el contenido de algunos documentos de la Iglesia, tratados de vida espiritual, de formación humana, etc.

Para ser admitida como postulante, la joven que lo solicita debe tener los seis meses de preparación para la promesa apostólica, y por lo menos dos años de apostolado.


-Noviciado
El Noviciado es un tiempo de formación especial durante el cual la joven se prepara a una consagración a Dios mediante la profesión de votos públicos, según las Constituciones y la espiritualidad de las HMSP. Es por ello que la novicia porta el hábito propio desde que inicia esta etapa de formación, el cual es signo de su consagración y testimonio de pobreza.
Para ser admitida al noviciado es necesario que la joven que lo solicita tenga al menos veinte años de edad y haya cubierto todas las etapas de formación previas: el tiempo de formación como misionera laica, la etapa apostólica y el postulantado.

El noviciado de las HMSP dura dos años. Durante el primer año, se dedica todo el tiempo a profundizar en la comunión personal con Cristo y las exigencias de la caridad y de la vida comunitaria. Durante el noviciado de las HMSP merecen especial atención los principales aspectos de la espiritualidad comunitaria, como son el espíritu de generosidad y de sacrificio que fortifican la voluntad, y el conocimiento vivencial de la Palabra de Dios. También ocupa un tiempo importante el estudio de las Constituciones del instituto, de algún idioma, liturgia y música.
La novicia debe cultivar un especial aprecio por la vida de oración, la cual alimenta especialmente con el estudio y la reflexión de la Sagrada Escritura, convencida de que una misionera vale tanto cuanto sabe orar.
La vida de oración en común es uno de los deseos más sublimes del Señor, y constantemente lo aconseja a los suyos: «Cuando dos o tres se reúnen en mi nombre, yo estaré entre ellos» (Mt 18, 20); debe ser alimentada principalmente por la oración comunitaria, y es por eso que las novicias rezan en común el Oficio de Lectura, las Laudes, una hora intermedia, las Vísperas y las Completas. También en la meditación de la mañana –que dura una hora– y en la Celebración Eucarística se participa comunitariamente.

El trabajo manual no debe faltar en las actividades diarias de la novicia, pues éste juega un importante papel a la hora de forjar carácter firme, que no vacile ante las dificultades de la vida.




-Votos temporales
Mediante los votos de castidad, pobreza y obediencia la religiosa se consagra a Dios, imitando de manera especial a Cristo casto, pobre y obediente, y llegando así a ser «un signo verdadero de Cristo en el mundo».

Los votos temporales se renuevan cada año durante cinco años. Este periodo (juniorado) prepara a la religiosa a una definitiva y más generosa entrega al Señor, y durante el mismo, estudia Filosofía o Teología, según sus aptitudes, al tiempo en que ejerce un apostolado de evangelización. La formación de la juniora es integral: debe cuidar su crecimiento espiritual, apostólico y doctrinal, y siempre ha de existir en ella la apertura a ser enviada a las misiones en cualquier parte del mundo.
Una vez cumplido este tiempo, la religiosa HMSP que así lo solicita puede ser admitida a los votos perpetuos.

-Votos perpetuos
Los votos perpetuos determinan la incorporación definitiva de la religiosa al Instituto. Cada una de las hermanas pronuncia ante la superiora General su profesión perpetua, recibiendo en el acto un anillo de Rosario, símbolo de su fidelidad y compromiso.
El apostolado de las hermanas es específicamente de evangelización. Por lo tanto, las HMSP se esmeran en buscar nuevas iniciativas para una mejor eficacia del mismo. 





miércoles, 10 de octubre de 2012

Instituto de los Misioneros Servidores de la Palabra





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Los Misioneros Servidores de la Palabra son el Instituto varonil de Vida Consagrada para las Misiones.
Actualmente, en el Instituto MSP hay 74 sacerdotes, 14 diáconos, 115 seminaristas de Filosofía y Teología, 12 hermanos religiosos, 27 novicios.

La formación del Misionero Servidor de la Palabra se lleva a cabo en cinco etapas:
Etapa apostólica
Es la etapa que viven los fieles laicos que, después de seis meses de preparación espiritual, de estudio y de trabajo, se dan a la tarea de la evangelización a tiempo completo. Este servicio lo ejercen durante un año, mediante una promesa de servir durante este tiempo según el método de los Misioneros Servidores de la Palabra.

 Postulantado
El postulantado es un tiempo que sirve de preparación inmediata para el noviciado. Se trata de un tiempo intenso de oración y de estudio de la vocación que solicitan hacer aquellos fieles laicos que, durante la etapa apostólica, han experimentado la inquietud de consagrar a Dios toda su vida.

La duración del postulantado es de cuatro meses para los que tienen preparatoria, y de un año para los que no la tienen. En este periodo el joven se prepara a su ingreso al noviciado estudiando, entre otras cosas, algunos elementos de latín, de urbanidad, de música religiosa y profundizando en el contenido de algunos documentos de la Iglesia. Para ser admitido como postulante, el fiel laico debe tener los seis meses de preparación para la promesa apostólica y por lo menos un año de apostolado.

Noviciado
La etapa del noviciado es un tiempo de formación especial que prepara a la consagración a Dios mediante la profesión de votos públicos, por lo cual se da mucha importancia a la oración durante el mismo, a fin de comprender las exigencias del llamado de Cristo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame» (Mt 16, 24).
Las Constituciones y la espiritualidad del Instituto establecen que el noviciado de los MSP tiene una duración de un año, el cual se dedica a profundizar en la comunión personal con Cristo y las exigencias de la caridad y de la vida comunitaria; el énfasis especial se pone en los principales aspectos de la espiritualidad de los MSP, como son el espíritu de generosidad y de sacrificio que fortifican la voluntad, y el conocimiento vivencial de la Palabra de Dios. También ocupa un tiempo importante el estudio de las Constituciones del instituto, de algún idioma, liturgia y música.

El trabajo manual no debe faltar en las actividades diarias del novicio, pues éste juega un importante papel a la hora de forjar carácter firme, que no vacile ante las dificultades de la vida.

Votos temporales
Mediante los votos de pobreza, castidad y obediencia el religioso se consagra a Dios, imitando de manera especial a Cristo pobre, casto y obediente, y llegando así a ser «un signo verdadero de Cristo en el mundo».

El período de votos temporales se renueva cada año, durante cinco años. Una vez cumplido este tiempo, el religioso MSP puede ser admitido a los votos perpetuos.

El periodo de votos temporales prepara al religioso a una definitiva y más generosa entrega al Señor. Durante este período se continúan los estudios necesarios, se ejerce el apostolado de evangelización y se brinda a la comunidad algún servicio en particular, si es el caso.

Aquellos que entre los religiosos de votos temporales son, además, candidatos al sacerdocio, cursan los estudios de Filosofía y Teología, conforme a las normas establecidas por la Iglesia, y profundizan aún más en los estudios de la Biblia.

Es necesario que todos los religiosos MSP tengan una buena preparación intelectual y religiosa para servir mejor a la causa de la evangelización.

Votos perpetuos
Después de cinco años de votos temporales, el religioso MSP puede solicitar el ser admitido a la profesión religiosa perpetua para quedar incorporado al Instituto de forma definitiva.



Explicación del icono de la Virgen del Magníficat





 Fiesta, el segundo sábado del mes de agosto


Explicación del icono de la Virgen del Magníficat:
Los Servidores de la Palabra vemos en la Madre del Señor Jesús a nuestra propia Madre, y el mejor ejemplo a imitar, por eso la honramos muy especialmente en la advocación de la Virgen del Magníficat, y la celebramos el segundo sábado de agosto.

¿Qué simbolizan las diferentes partes que integran el icono de la Virgen del Magníficat?

La Virgen exulta, extasiada, ante el misterio de la Encarnación, descubierto por Isabel. 

Con los brazos extendidos, María glorifica al Señor, proclamando las maravillas que Él hace con los humildes, a beneficio de la humanidad.

Su cabeza está rodeada por el halo que simboliza su santidad, y desde la parte superior de ella, hasta los extremos de ambas manos, se dibuja el Triángulo de la Santísima Trinidad. 

María queda envuelta en el Misterio divino al convertirse, por su obediencia y total entrega, en hija del Padre, madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo.

En el seno purísimo de María aparece un círculo, y dentro de éste una flama. Es el símbolo de la presencia del Verbo divino que se encarna en ella.

Desde la ventana se ve el cielo, símbolo de la morada de Dios.

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Aquí un video sobre la explicación ya dada.


La fiesta se celebra el segundo sábado del mes de agosto.


Explicación del icono de Jesucristo Misionero del Padre




 



Explicación del icono de Cristo Misionero:
·         El Icono de la comunidad representa al Señor Jesucristo Resucitado, Misionero del Padre, que da a los suyos el don de la paz.

·         El misterio de la Santísima Trinidad se hace presente en el icono. Dios Padre, que es representado por una mano que asoma desde el cielo, envía a su Hijo, quien a su vez envía a la Iglesia a predicar al mundo entero, dándole el Espíritu Santo. 

·         La cabeza del Misionero divino está rodeada de un halo que representa su gloria, y que contiene el alfa y la omega: Él es el principio y el fin del universo. Las heridas de los clavos se han transformado en rayos gloriosos después de la resurrección.

·         Con su mano derecha, el Señor resucitado bendice a los que Él envía a prolongar su misión salvadora mediante el anuncio del evangelio; y en su mano izquierda sostiene la cruz que portan al pecho los Servidores de la Palabra.

El envío que hace Cristo Misionero aparece textualmente reportado en el evangelio de san Juan: «Como el Padre me envió, así yo los envío a ustedes» (Jn 20, 21). Es el mandato que Jesucristo da a toda su Iglesia: nadie está exento de él.





La fiesta de Jesucristo Misionero se realiza el último domingo de octubre. 



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Devoción a María









Los Servidores de la Palabra honran a la Madre del Señor Jesús, viendo en ella a su propia Madre y un ejemplo a imitar. Se encomiendan a su singular intercesión para llenarse cada día más del amor de Dios y servir mejor a sus hermanos en el anuncio del mensaje de salvación. En su apostolado se empeñan en difundir el Rosario Bíblico Meditado, como instrumento de evangelización.







domingo, 7 de octubre de 2012

Espiritualidad de los Misioneros Servidores de la Palabra






La Iglesia de Cristo ha recibido de su Fundador el mandato misionero que ha reafirmado el Concilio Vaticano II: «La Iglesia peregrinante es, por su naturaleza, misionera» (AG, 2); ella debe ir a evangelizar para fortalecer la vida de los hombres. Para los Servidores de la Palabra este mismo imperativo del Señor constituye nuestra espiritualidad.

Si la espiritualidad es una forma de vivir el Evangelio, nosotros la encontramos en el significado bíblico del nombre que llevamos: somos Servidores de la Palabra para ir por todo el mundo proclamando la buena noticia a toda criatura (cf. Lc 1, 2; Mc 16, 15).

Espíritu de servicio y de sacrificio


Para el Servidor de la Palabra la misión consiste en evangelizar, obedeciendo al llamado de Dios y teniendo en programa una vida de servicio y de sacrificio. Vivir como servidores, con verdadero espíritu comunitario, es nuestro compromiso frente al mandato de nuestro Señor Jesucristo.

El espíritu misionero es el espíritu de Cristo, Misionero del Padre, que por obediencia a Él y por amor a los hombres asumió una vida de sacrificio. Al venir al mundo, la segunda Persona de la Santísima Trinidad se revistió de pobreza para acercarse a nosotros, los pobres, y levantarnos de la miseria a costa del sacrificio de su vida. Su privilegio fue servir a los demás, sin importarle las humillaciones y fatigas. Es por eso que la pobreza y el espíritu de sacrificio son virtudes indispensables para llevar con eficacia la Palabra de Dios a los hermanos.

La pobreza, vivida como dependencia absoluta de Dios, y como disponibilidad para el servicio del hombre, es la primera cualidad que Dios exige a los que llama para continuar su obra. En la línea del apostolado, la vivencia de la pobreza es un elemento importantísimo para enriquecer a los hombres en la experiencia de Dios.

San Pablo nos presenta el retrato del misionero, generoso y sacrificado, que sigue estas pautas en su vida: «Que todos nos consideren como servidores de Cristo y encargados suyos para administrar las obras misteriosas de Dios» (1Co 4, 1.9.11-13). Quien aprende a valorar el sacrificio como medio de purificación puede dar un testimonio auténticamente evangélico. Este es el espíritu misionero que deben tener los elegidos a llevar el evangelio.

La virtud de la humildad
La humildad es indispensable para que el misionero pueda perseverar en su vocación y permitir que Dios actúe y manifieste su amor. Los Servidores de la Palabra deben procurar el cultivo de esta virtud, sabiendo que Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes.
El mismo nombre de servidores es un programa de vida: el servidor trabaja a beneficio de otros, no es el mejor ni el más importante. Su trabajo es obedecer al Señor con generosidad y darle gloria por lo que Él realiza mediante sus servidores. Debe tener presente, al cabo de la actividad apostólica, lo que el Señor nos enseña: «Cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: no somos más que unos pobres servidores, que hemos hecho lo que teníamos que hacer» (Lc 17, 10).

El Servidor de la Palabra, que está llamado a realizar obras grandes a favor de los demás, necesita ser generoso para conseguir mucha ayuda de Dios; nunca debe compararse con otras instituciones apostólicas, sino que ha de estar abierto para descubrir los talentos de los otros.



Vida de oración
Hay un elemento que está a la base de una evangelización eficaz, y éste es la comunicación con Dios en la oración. Un Servidor de la Palabra vale tanto cuanto sabe orar, así que, para anunciar la Palabra de Dios, el Servidor de la Palabra debe ser hombre de oración, pues de ello depende la eficacia de su apostolado.

El misionero encuentra la paz en la oración, para sí mismo y para los demás. Sabe que orar no es sólo hablar con Dios, sino también callar y escuchar lo que el Señor le pueda comunicar. Para esto se necesita un corazón humilde y lleno de fe, por el que pueda estar en sintonía con Dios. Además de la Liturgia de las Horas y la Eucaristía diaria, tiene una hora cotidiana de oración ante el Santísimo Sacramento del Altar.

Inquietos y tesoneros
Una persona que se consagra a Dios no puede ser una persona dormida; el Servidor de la Palabra debe ser ágil, generoso, dinámico, inquieto, tesonero y emprendedor. Así podrá llevar la Palabra de Dios sin miramientos ni complejo alguno.

Su deseo de anunciar la Palabra de Dios no debe admitir ninguna barrera ni de tiempo, ni de espacio. La enseñanza de la parábola de los talentos (Mt 25, 14-30) ilustra muy bien la dinámica que Cristo exige al Servidor de la Palabra.

Con expresiones muy duras, Jesús reprende en esta parábola a quien se contenta con no echar a perder lo que Dios le ha entregado. Lo llama servidor flojo, malo e inútil, al que su amo condena arrojándolo en la oscuridad de «allá afuera donde hay llanto y desesperación».